¿Es conveniente respaldar el bolívar en oro?

El objeto de este artículo es hacer unas advertencias relacionadas con la propuesta de respaldar el bolívar en las reservas de oro, argumentando que es mucho mejor respaldarlo en petróleo, como originalmente está planteado con el petro. Y mucho mejor aún que ambas opciones sería respaldarlo con una cesta de commodities, que pueden incluir el petróleo y el oro.
Comencemos con unos números
Una tonelada de oro cuesta actualmente unos 42 millones de dólares. Venezuela tiene o tendrá pronto, aproximando, unas 200 toneladas de oro en lingotes, lo que redondea unos $8.400 millones en reservas extraídas de oro. Llegamos a tener más de 370 toneladas, pero hubo que vender oro por la crisis y en cualquier momento hay que volver a vender. En yacimientos se estiman unas 8.000 toneladas de oro, que redondean, al costo actual, unos 336 mil millones de dólares. Para ponernos en contexto, China tiene mucho más oro en lingotes (30.000 toneladas) que todo el oro que Venezuela tiene en yacimientos.
Un barril de petróleo de la cesta venezolana está en $65 aproximadamente. Las reservas venezolanas de crudo son del orden de 300 mil millones de barriles, lo que quiere decir que las reservas de petróleo en yacimientos son unos 19 billones 500 mil millones de dólares. Venezuela tiene mucho más dinero en reservas de petróleo que el que tiene China en oro, sumando oro extraído y en minas. Y las reservas petroleras van a aumentar, porque el factor tecnológico de recobro para el cálculo de las reservas debería ser mayor.
Tenemos al menos 60 veces más riqueza potencial en petróleo que en oro, quizás 100 veces más al actualizar el factor de recobro. Tan sólo en el Campo 1 del Bloque Ayacucho tenemos certificado petróleo por unos 340 mil millones de dólares, más que todo el oro en yacimientos.
El convenio con Gold Reserve estipula que Venezuela se queda con el 55% del oro. Supongamos que ese será el promedio general. Entonces, Venezuela podrá llegar a tener unas 4.600 toneladas de oro en reservas extraídas, si no vende más oro, lo que al precio actual son unos 193 mil millones de dólares. ¿Eso es mucho? Bueno, no tanto, comparemos con los 700 mil millones de dólares en fuga de capitales que se estima hemos tenido desde 1983.
Podemos concluir que el campeón absoluto en el respaldo de la economía venezolana es el petróleo, no es el oro, ni los diamantes o el coltán. Aunque todo suma, claro.
El patrón oro
Hay algunas propuestas rodando sobre el “anclaje” del bolívar al oro. En todas las propuestas que he visto hay una de estas opciones (1) no se especifica cómo es el “anclaje” o (2) el "anclaje" es declarativo, es decir, el bolívar propuesto no es redimible por oro. Es decir, no se garantiza que todo el que tenga bolívares puede ir al Banco Central de Venezuela a que le den el oro equivalente.
Los proponentes serios del retorno al patrón oro, como Antal Fekete, dejan claro que el patrón oro en una moneda tiene sentido si ésta es redimible por oro. De otro modo, no existe tal “anclaje”. Debe haber una relación 1:1 entre circulante y oro, porque si es un sistema de reserva fraccionaria (menos oro que circulante) el “anclaje” ya se convierte en fiduciario, es decir, se necesita un nivel de confianza suficiente en la moneda como para que no haya corridas para ir a buscar el oro. Es mucho menos “anclaje” si sólo es declarativo. ¿Esto es posible en época de guerra económica/mediática y de pugna geopolítica en la que Venezuela es sólo un botín de guerra?
Una propuesta de “anclaje” declarativo del bolívar al oro, si no puedes reclamar realmente el oro con el bolívar, no es más que una caja de conversión, pero en oro. Como la que se ha aplicado en muchos sitios, incluyendo el sonado caso de la caja de conversión de las políticas neoliberales en Argentina a finales de los 90, aunque en ese caso fue una caja de conversión con dólares.
En otras palabras, se asocia la moneda (o una moneda colateral, un “bolívar oro”) al oro que se tiene en reserva y el país se compromete a autolimitarse en la emisión de moneda a la cantidad de oro en reserva. Luego anclas el bolívar soberano al bolívar oro, que realmente no está anclado. Es como "anclar" un barco a otro barco, ambos se irán juntos a la deriva. En Argentina hubo que eliminar la caja de conversión.

En el mejor de los casos se está proponiendo un método de autocontrol de emisión monetaria para ir progresivamente recuperando la confianza en la economía y en la moneda. Pero por lo señalado anteriormente con respecto a la guerra económica/mediática, la confianza en nuestra moneda siempre va a ser bombardeada a menos que el anclaje sea real y no declarativo.
Mientras tanto, ¿qué pasa con el salario? El método de crear una nueva moneda, el bolívar oro, es similar al utilizado en Brasil entre 1989 y 1994, cuando "progresivamente" los salarios fueron definiéndose en la nueva moneda. Fueron cinco años que para nosotros en estos momentos van a parecer cinco siglos. Esencialmente esta propuesta desestima los salarios, que es el problema central de la economía venezolana, al menos para nosotros los socialistas.
Lo importante es que se defina un anclaje real, como el anclaje del petro en el valor del barril de petróleo. Real significa que la República, a través de PDVSA, venderá realmente el barril de petróleo en un petro, o sea, de verdad lo entregamos cuando nos vengan a pagar con esa moneda, sin necesariamente excluir otras divisas. Mejor aún si vendemos también otros comodities (gas, coltán, níquel) a la tasa del valor del barril de petróleo cuando nos paguen con petros. Este anclaje, por ser un anclaje petro-petróleo real, no lo tumba una campaña mediática mientras los clientes de los commodities venezolanos sepan que sus petros pueden ser usados para compras de commodities en Venezuela. El petro, en virtud de este anclaje real, valdrá aproximadamente lo que valga el barril de petróleo, siempre que Venezuela cumpla su compromiso de honrarlo.
Por lo tanto, en este escenario, anclar el bolívar soberano al petro también es un anclaje real, por transitividad: bolívar soberano anclado al petro y el petro anclado al costo de un barril de petróleo. Anclar el bolívar soberano a un bolívar oro que no entregue oro por dicha moneda será un anclaje declarativo. Los especuladores monetarios van a hacer fiesta con el bolívar soberano y con el bolívar oro supuestamente anclado al oro.
Supongamos ahora que el anclaje al oro sí entrega oro por los bolívares, ¿no corremos el riesgo de que se lleven el oro fuera de Venezuela y las reservas de oro en lingotes disminuyan? ¿No se entiende que países como China están acaparando oro y que si les das un método fácil para comprarlo, lo van a comprar? ¿Cómo sabemos que, por necesidad, no tendremos que vender el oro de respaldo, como ya hemos tenido que hacer?
¿No es mejor que el anclaje sea en petróleo ya que petróleo tenemos de sobra y además se vende simplemente para quemarlo?
Anclando el bolívar al petróleo en una primera fase, el anclaje 2.0 tampoco debería ser al valor del oro, porque a fin de cuentas el precio del oro también es volátil como el del petróleo. Debería ser a una cesta de commodities e incluso esa cesta puede tener monedas fuertes. O sea, el petro podría estar anclado al valor de 1/2 barril de petróleo + 1/2 gramo de oro + 100 gramos de coltán + 3 euros, o la combinación que creamos más estable y conveniente para nosotros. Pero real y no declarativo.
La mejor opción para los asalariados de Venezuela en estos momentos es emitir petros, con valor anclado al valor de un barril de petróleo y definir una paridad fija del bolívar con el petro. La recuperacion se haría en pocos meses. El petro debería usarse como moneda de comercio exterior, para exportar todo tipo de commodities y otros productos elaborados. El bolívar soberano seguiría siendo nuestra moneda de curso legal y los salarios podrían recuperar su poder adquisitivo.

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